Colaborador de la prensa melillense
Manuel Ferrer Machuca: Primer abogado melillense. Primer secretario civil del Municipio y presidente de la Junta del Puerto. Líder del republicanismo. Entendido en temas norteafricanos e históricos locales.
Juan Díez Sánchez ( miembro de la Asoc. de Estudios Melillenses )
Introducción
Manuel Ferrer Machuca fue un singular personaje de la Melilla de comienzos del siglo XX, cuando todo estaba por hacer y la vieja fortaleza a pasos de gigante se convertía en toda una moderna ciudad. Entonces recordamos que nació en 1874 y falleció en 1925 en Madrid, tras abandonar Melilla en 1916 para marchar a Tetuán, capital del Protectorado español de Marruecos donde desempeñó importantes cargos.
En esta ocasión y para aproximarnos a un mayor conocimiento de su figura, acudimos a unos versos de Ferrin, su vinculación con el diario “Melilla Nueva” y presencia en la historia del callejero melillense.
Ripios de P. Pillo
La silueta rimada de Manuel Ferrer fue una de las que compusieron el libro “Melilla Ilustrada”, de José Ferrin, editado en septiembre de 1906. Unas siluetas de personalidades melillenses que anteriormente Ferrin había dado a la luz en la publicación “Nuevo Diario” de Málaga. En los versos dedicados a nuestro abogado, Ferrin traza magistralmente un perfil del siempre inquieto Ferrer Machuca.
José Ferrin Fernández, fue un conocido periodista que utilizaba el seudónimo de “P. Pillo” en muchos de sus textos en verso y prosa. Llegó a Melilla en torno al año 1905 y trabajó primero para “El Eco de Melilla” y poco después para “El Telegrama del Rif”. Así como el diario de la tarde “Heraldo de Melilla”, del que fue director y dependiente también de Cándido Lobera, propietario de “El Telegrama del Rif”. A continuación reproducimos por su interés los ripios dedicados a tan ilustre melillense:
Manuel Ferrer Machuca: Primer abogado melillense. Primer secretario civil del Municipio y presidente de la Junta del Puerto. Líder del republicanismo. Entendido en temas norteafricanos e históricos locales.
Juan Díez Sánchez ( miembro de la Asoc. de Estudios Melillenses )
Introducción
Manuel Ferrer Machuca fue un singular personaje de la Melilla de comienzos del siglo XX, cuando todo estaba por hacer y la vieja fortaleza a pasos de gigante se convertía en toda una moderna ciudad. Entonces recordamos que nació en 1874 y falleció en 1925 en Madrid, tras abandonar Melilla en 1916 para marchar a Tetuán, capital del Protectorado español de Marruecos donde desempeñó importantes cargos.
En esta ocasión y para aproximarnos a un mayor conocimiento de su figura, acudimos a unos versos de Ferrin, su vinculación con el diario “Melilla Nueva” y presencia en la historia del callejero melillense.
Ripios de P. Pillo
La silueta rimada de Manuel Ferrer fue una de las que compusieron el libro “Melilla Ilustrada”, de José Ferrin, editado en septiembre de 1906. Unas siluetas de personalidades melillenses que anteriormente Ferrin había dado a la luz en la publicación “Nuevo Diario” de Málaga. En los versos dedicados a nuestro abogado, Ferrin traza magistralmente un perfil del siempre inquieto Ferrer Machuca.
José Ferrin Fernández, fue un conocido periodista que utilizaba el seudónimo de “P. Pillo” en muchos de sus textos en verso y prosa. Llegó a Melilla en torno al año 1905 y trabajó primero para “El Eco de Melilla” y poco después para “El Telegrama del Rif”. Así como el diario de la tarde “Heraldo de Melilla”, del que fue director y dependiente también de Cándido Lobera, propietario de “El Telegrama del Rif”. A continuación reproducimos por su interés los ripios dedicados a tan ilustre melillense:
“Don Manuel Ferrer
Presidente de la Junta del Puerto
Por ser hijo de esta plaza
conoce perfectamente
lo que le falta a Melilla,
lo que Melilla merece,
y este gran conocimiento
que de su tierra posee,
lo evidencia en las reformas
que de continuo somete
al criterio de los dignos
gobernadores o jefes
que por Melilla pasaron,
los cuales, no pocas veces,
escuchando sus consejos
dieron pruebas elocuentes
de defender de esta plaza
los sagrados intereses.
Escritor muy distinguido,
en la prensa melillense
sostuvo nobles campañas
que le dieron gran relieve,
y en distintas ocasiones
a todos mostró con creces
que don Manuel vale mucho,
sobre todo, cuando quiere.
Ocupa en la actualidad
el cargo de Presidente
en nuestra Junta del Puerto
y a su actividad se debe
que esas obras de romanos
no cesaran muchas veces.
Disfruta de la amistad
de los principales jefes
de las kábilas vecinas,
ha hecho varias y frecuentes
visitas al campo moro,
conoce perfectamente
el idioma y las costumbres
de la maghrebina plebe,
ha poco estuvo en Zeluán
visitando al Pretendiente,
y aunque nada necesita,
ni nada tampoco quiere,
Ferrer hace por su tierra
Todo, todo cuanto puede”.
Melilla Nueva
Manuel Ferrer fue también un asiduo colaborador del diario de la tarde “Melilla Nueva”, que apareció el 28 de febrero de 1919. Bajo la dirección, primero de Nicolás Pérez Muñoz Cerisola y más tarde de Emilio Sánchez Ferrer, sobrino de Manuel Ferrer.
Un periódico que se mantuvo pocos meses y estuvo ligado al entonces combativo Centro de Hijos de Melilla. Entidad nacida en su primera etapa en el año 1917, y en la que el mencionado Emilio Sánchez ocupó importantes cargos. Tras su desaparición, este Centro fue refundado en 1961 por el conocido urólogo melillense Juan Ríos García.
En “Melilla Nueva“ Manuel Ferrer colaboró firmando generalmente los artículos únicamente con sus iniciales . “M. F.”. Conviene recordar que nuestro abogado fue Socio de Honor del Centro de Hijos de Melilla. Así, el 21 de junio de 1919, con el título de “Plausible iniciativa” alabó la figura del pundonoroso y liberal coronel Miguel Cabanellas y Ferrer, “que en los campos cubanos como en los del Rif y el Yebal, demostró su valor y pericia...”.
El 23 de junio de 1919, ocupando el artículo la parte superior de la primera página : “No es cuestión de banderías, si no...”, Ferrer Machuca expresa su opinión antes la entonces aparente inmediatez de acceder Melilla a su normalización política mediante la instauración de un Ayuntamiento y creación de una representación en las Cortes.
Después de manifestarse en contra del nacimiento de partidos políticos como cauce participativo a tenor de las características de la ciudad y territorio circundante, aún insumiso. Alertó de la previsible presencia de gente sin escrúpulo ansiosa únicamente de poder. Reproducimos parte de lo publicado entonces en “Melilla Nueva” :
A continuación ataca a quienes entonces invocaban unidad, cuando anteriormente siempre habían laborado por desunir al elemento civil y destruir los organismos que defendían los cambios en la ciudad. E incluso realizaban “boicot a las personas que laboraban a la luz del día, aquí y en Madrid, por ese cambio”.
Y para finalizar manifestaba su preocupación por los arribistas,
Este diario el 27 de junio de 1919 dio a conocer que un artículo de Manuel Ferrer había trascendido fuera de nuestra tierra:
En este mismo ejemplar de “Melilla Nueva”, de 27 de junio, Ferrer Machuca publicó el artículo “Rectificando inexactitudes”, donde desmiente las contestaciones
Pasando después a señalar algunas falsas comparaciones expresadas por el Gobierno de la nación, en relación con la Junta de Arbitrios, con la vana finalidad de legitimarla.
El 3 de julio de 1919 aprovechó Manuel Ferrer una porción de la primera página de “Melilla Nueva”, para recordar el aniversario de la perdida de la escuadra del almirante Pascual Cervera ( 03.03.1898 ) en Cuba frente a la potente marina norteamericana. Y por ende de unos marineros de nuestra ciudad enrolados a su parecer de forma ilegal:
Recordemos que en 1896, se aplicó en Melilla por vez primera la Ley de Reclutamiento. Siendo entonces José Alcántara, General Gobernador. Quien ya el año anterior había intentado sin éxito establecer la contribución sobre la riqueza urbana, la industria y el comercio. Todo ello causó gran disgusto entre los melillenses.
Finalmente, el 17 de diciembre de 1919 Manuel Ferrer publicó una carta con su filiación completa. Con la intención de esclarecer una controversia originada al promoverse un homenaje al bravo general Buceta, gobernador militar de Melilla entre los años 1854 y 1856. Aprovechando la estancia en la ciudad de uno de sus hijos, César. El homenaje auspiciado por Ferrer Machuca fue mal interpretado, al recordarse, entre otras cosas, que la calle que lleva el nombre de Buceta se había visto menguada injustamente.
A tenor de esta falsa e interesada polémica, desde “Melilla Nueva” se diría:
Al haber suspendido la Junta de Arbitrios las medidas contra los morosos de este impopular impuesto.
Algo más
Igualmente las páginas de “Melilla Nueva” vertió en alguna que otra ocasión información acerca de la trayectoria personal de Manuel Ferrer. Así el 20 de marzo de 1919 en el artículo, “Los hijos de Melilla ante la historia” sin firma, se hacía referencia a otro artículo recientemente aparecido en el diario local “El Popular” y escrito por Isaac Echevarría, también colaborador de “Melilla Nueva”, donde se recordaban los ejemplos de civismo ofrecido por el vecindario de Melilla durante la Campaña de 1909:
Y el 19 de junio del mismo 1919, en primera página, bajo el titular de “El Turismo en Africa” y sin firma, se indicaba que por iniciativa de Manuel Ferrer había surgido en Tetuán un sindicato destinado a laborar en pro del Turismo. Como observamos, Ferrer Machuca buen conocedor del territorio y sus costumbres, e incluso lengua. Fue el impulsor de la promoción del Turismo en aquel lejano 1919, en el Protectorado de España en Marruecos.
Y también gracias a “Melilla Nueva”, conocemos que Manuel Ferrer a pesar de su ostentoso republicanismo, no era antireligioso. Pues este periódico el 23 de junio de 1919 informó de su asistencia a la Procesión del Corpus celebrada en la jornada anterior por las calles del Pueblo, presidiendo la representación del Centro de Hijos de Melilla, como socio honorífico. Además en esa procesión, su madre erigió un bellísimo altar en la puerta de su casa,
Calles
Como hombre versado en la historia local y desde su puesto de secretario de la Junta de Arbitrios. en razón del rápido crecimiento que experimentaba la trama urbana de Melilla a comienzos del siglo XX, Manuel Ferrer propuso se otorgara diferentes nombres a varias calles hasta entonces innominadas. Denominaciones que fueron aprobadas en la sesión celebrada el 30 de diciembre de 1903.
Estas calles situadas en “El Llano”, “El ensanche del Polígono”, fueron las siguientes: Pedro Segura, Carlos Ramírez de Arellano y Luis de Sotomayor. En la misma sesión y a iniciativa de Pablo Vallescá, se acordó dar el nombre de General Buceta a una calle.
Pocos años después de su muerte y tras instaurarse la II República en España y crearse en Melilla su primer Ayuntamiento, ¡ viejas aspiraciones que él no pudo ver ¡. El Municipio de nuestra ciudad acordó a comienzos del mes de enero de 1932 otorgarle una calle, la denominada hasta entonces de San Antón, en Melilla la Vieja. Por su inmediatez a la vivienda que habitó la familia Ferrer Machuca. Cambio que él no hubiera consentido nunca, pues hombre inteligente y moderado, no hubiera osado compararse con todo un Santo que formaba parte de la historia de su ciudad, de su barrio. Calle que nuevamente volvió a denominarse de San Antón, una vez concluida la guerra civil y llegar el tiempo de la revancha política en todos los órdenes.
Manuel Ferrer fue también un asiduo colaborador del diario de la tarde “Melilla Nueva”, que apareció el 28 de febrero de 1919. Bajo la dirección, primero de Nicolás Pérez Muñoz Cerisola y más tarde de Emilio Sánchez Ferrer, sobrino de Manuel Ferrer.
Un periódico que se mantuvo pocos meses y estuvo ligado al entonces combativo Centro de Hijos de Melilla. Entidad nacida en su primera etapa en el año 1917, y en la que el mencionado Emilio Sánchez ocupó importantes cargos. Tras su desaparición, este Centro fue refundado en 1961 por el conocido urólogo melillense Juan Ríos García.
En “Melilla Nueva“ Manuel Ferrer colaboró firmando generalmente los artículos únicamente con sus iniciales . “M. F.”. Conviene recordar que nuestro abogado fue Socio de Honor del Centro de Hijos de Melilla. Así, el 21 de junio de 1919, con el título de “Plausible iniciativa” alabó la figura del pundonoroso y liberal coronel Miguel Cabanellas y Ferrer, “que en los campos cubanos como en los del Rif y el Yebal, demostró su valor y pericia...”.
El 23 de junio de 1919, ocupando el artículo la parte superior de la primera página : “No es cuestión de banderías, si no...”, Ferrer Machuca expresa su opinión antes la entonces aparente inmediatez de acceder Melilla a su normalización política mediante la instauración de un Ayuntamiento y creación de una representación en las Cortes.
Después de manifestarse en contra del nacimiento de partidos políticos como cauce participativo a tenor de las características de la ciudad y territorio circundante, aún insumiso. Alertó de la previsible presencia de gente sin escrúpulo ansiosa únicamente de poder. Reproducimos parte de lo publicado entonces en “Melilla Nueva” :
“Nadie que sienta amor por Melilla y tenga verdadero interés en que arraiguen y se desenvuelvan normalmente en esta localidad las instituciones civiles, podrá nunca aconsejar a sus convecinos se agrupen en banderías políticas, cuando se trate de elegir la representación en Cortes del futuro distrito electoral, y mucho menos para designar los concejales que han de formar parte del Ayuntamiento...”
A continuación ataca a quienes entonces invocaban unidad, cuando anteriormente siempre habían laborado por desunir al elemento civil y destruir los organismos que defendían los cambios en la ciudad. E incluso realizaban “boicot a las personas que laboraban a la luz del día, aquí y en Madrid, por ese cambio”.
Y para finalizar manifestaba su preocupación por los arribistas,
“que no importándole un ardite el bien de Melilla, tratan de entrar a toda costa y sin reparar en medios, en una corporación donde más que el fin administrativo, les guían ciertos apetitos, y el que les sirva la concejalía de plataforma para elevar su condición social y ampliar las esfera de su negocio...”
Este diario el 27 de junio de 1919 dio a conocer que un artículo de Manuel Ferrer había trascendido fuera de nuestra tierra:
“EL REGIONAL Y MELILLA NUEVA. Nuestro querido colega el importante diario malagueño El Regional, en uno de sus últimos números, inserta el artículo de nuestro distinguido colaborador M.F. Ver la paja en el ojo ajeno, que trataba de las relaciones entre Málaga y Melilla.
Agradecemos efusivamente la atención”
En este mismo ejemplar de “Melilla Nueva”, de 27 de junio, Ferrer Machuca publicó el artículo “Rectificando inexactitudes”, donde desmiente las contestaciones
“a las interpelaciones que los representantes de la Nación ( oposición ) han dirigido al gobierno, desde 1901 hasta hace pocos años, pidiendo cesara la situación inconstitucional en que se hallaba esta ciudad española ( Melilla ), les hizo decir en más de una ocasión...”
Pasando después a señalar algunas falsas comparaciones expresadas por el Gobierno de la nación, en relación con la Junta de Arbitrios, con la vana finalidad de legitimarla.
El 3 de julio de 1919 aprovechó Manuel Ferrer una porción de la primera página de “Melilla Nueva”, para recordar el aniversario de la perdida de la escuadra del almirante Pascual Cervera ( 03.03.1898 ) en Cuba frente a la potente marina norteamericana. Y por ende de unos marineros de nuestra ciudad enrolados a su parecer de forma ilegal:
“Fecha memorable. Aquel estéril sacrificio y derroche de valor de nuestros marinos adquieren este años singular relieve... Los hijos de Melilla, recordamos hoy a Enrique Ruiz Zurita, a José López Moral y otros bravos marineros que lucharon aquel memorable día como buenos, contrayendo afecciones que los llevaron prematuramente al sepulcro; como también no olvidamos que su alistamiento, entonces, fue de dudosa legalidad, y que el autor del mismo tuvo bien cuidado de preservar de las balas filibusteras y del mortífero clima cubano a dos apuestos mancebos, hijos suyos”
Recordemos que en 1896, se aplicó en Melilla por vez primera la Ley de Reclutamiento. Siendo entonces José Alcántara, General Gobernador. Quien ya el año anterior había intentado sin éxito establecer la contribución sobre la riqueza urbana, la industria y el comercio. Todo ello causó gran disgusto entre los melillenses.
Finalmente, el 17 de diciembre de 1919 Manuel Ferrer publicó una carta con su filiación completa. Con la intención de esclarecer una controversia originada al promoverse un homenaje al bravo general Buceta, gobernador militar de Melilla entre los años 1854 y 1856. Aprovechando la estancia en la ciudad de uno de sus hijos, César. El homenaje auspiciado por Ferrer Machuca fue mal interpretado, al recordarse, entre otras cosas, que la calle que lleva el nombre de Buceta se había visto menguada injustamente.
A tenor de esta falsa e interesada polémica, desde “Melilla Nueva” se diría:
“Mientras tanto se habla de esto, nadie habla – por ejemplo – del éxito obtenido por nuestra campaña sobre el impuesto de huecos”
Al haber suspendido la Junta de Arbitrios las medidas contra los morosos de este impopular impuesto.
Algo más
Igualmente las páginas de “Melilla Nueva” vertió en alguna que otra ocasión información acerca de la trayectoria personal de Manuel Ferrer. Así el 20 de marzo de 1919 en el artículo, “Los hijos de Melilla ante la historia” sin firma, se hacía referencia a otro artículo recientemente aparecido en el diario local “El Popular” y escrito por Isaac Echevarría, también colaborador de “Melilla Nueva”, donde se recordaban los ejemplos de civismo ofrecido por el vecindario de Melilla durante la Campaña de 1909:
“El sangriento día del Barranco del Lobo fueron a la línea de guerrilla el popular Barriga, Espinosa, Lahoz, Domingo Villena... D. Manuel Ferrer que llegó en su entusiasmo a disparar su revolver en la línea de fuego...”
Y el 19 de junio del mismo 1919, en primera página, bajo el titular de “El Turismo en Africa” y sin firma, se indicaba que por iniciativa de Manuel Ferrer había surgido en Tetuán un sindicato destinado a laborar en pro del Turismo. Como observamos, Ferrer Machuca buen conocedor del territorio y sus costumbres, e incluso lengua. Fue el impulsor de la promoción del Turismo en aquel lejano 1919, en el Protectorado de España en Marruecos.
Y también gracias a “Melilla Nueva”, conocemos que Manuel Ferrer a pesar de su ostentoso republicanismo, no era antireligioso. Pues este periódico el 23 de junio de 1919 informó de su asistencia a la Procesión del Corpus celebrada en la jornada anterior por las calles del Pueblo, presidiendo la representación del Centro de Hijos de Melilla, como socio honorífico. Además en esa procesión, su madre erigió un bellísimo altar en la puerta de su casa,
Calles
Como hombre versado en la historia local y desde su puesto de secretario de la Junta de Arbitrios. en razón del rápido crecimiento que experimentaba la trama urbana de Melilla a comienzos del siglo XX, Manuel Ferrer propuso se otorgara diferentes nombres a varias calles hasta entonces innominadas. Denominaciones que fueron aprobadas en la sesión celebrada el 30 de diciembre de 1903.
Estas calles situadas en “El Llano”, “El ensanche del Polígono”, fueron las siguientes: Pedro Segura, Carlos Ramírez de Arellano y Luis de Sotomayor. En la misma sesión y a iniciativa de Pablo Vallescá, se acordó dar el nombre de General Buceta a una calle.
Pocos años después de su muerte y tras instaurarse la II República en España y crearse en Melilla su primer Ayuntamiento, ¡ viejas aspiraciones que él no pudo ver ¡. El Municipio de nuestra ciudad acordó a comienzos del mes de enero de 1932 otorgarle una calle, la denominada hasta entonces de San Antón, en Melilla la Vieja. Por su inmediatez a la vivienda que habitó la familia Ferrer Machuca. Cambio que él no hubiera consentido nunca, pues hombre inteligente y moderado, no hubiera osado compararse con todo un Santo que formaba parte de la historia de su ciudad, de su barrio. Calle que nuevamente volvió a denominarse de San Antón, una vez concluida la guerra civil y llegar el tiempo de la revancha política en todos los órdenes.
3 comentarios:
Interesante artículo sobre la protohistoria del ayuntamiento melillense.
Espero que sea el primero de un larga serie de apuntes de la historia local, amén de todo aquello que te resulte interesante compartir.
Ánimo y poco a poco.
Gracias pece.
Espero que con la ayuda tuya y de otros buenos ciberastronautas, éste pequeño blog de un ciberterrestre pueda salir adelante.
Saludos
¡Enhorabuena Juan Diez!
Es un honor incluirte en el apartado "Blog de melilleros"
Saludos y para lo que necesites cuenta conmigo.
Juan Antonio Diago,
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